Para hacer un tratamiento de ortodoncia, debemos mirar no sólo los dientes, sino también el resto de la cara por la repercusión que tendrá en ella dicho tratamiento.
Analizando el rostro, podemos saber el origen del problema dental y nos ayuda a elegir el tratamiento adecuado para dicho problema.
Analizaremos la cara en su totalidad, con un análisis frontal y lateral, también los labios y su relación con las zonas próximas y con los dientes, y, por último, la lengua y su posición en la boca.
Este análisis se realiza mirando al paciente hablar en la consulta sentado en el sillón, y a través de fotos faciales y de la boca realizadas desde diferentes ángulos. Así visualizaremos con qué tratamiento quedará mejor el paciente. Para ello hay que tener en cuenta diferentes criterios estéticos, la edad que tiene y que tendrá más adelante, los rasgos raciales e incluso la moda.
La analizaremos desde la visión frontal y lateral.
Análisis frontal: Longitud de la cara
Esta puede ser: larga, mediana o normal y corta
Cara larga y estrecha o Dolicofacial
Tiene además la arcada dentaria estrecha, es decir, la boca por dentro de los labios es estrecha. Esto es independiente del tamaño o amplitud de la sonrisa que tiene que ver con la longitud horizontal de los labios.
Si este tipo de paciente tiene sonrisa labial amplia, pero la arcada dentaria estrecha, al sonreír se verán unos huecos oscuros a cada lado de la boca, ya que los dientes no llenan toda la sonrisa. Por tanto, habría que ensanchar la arcada o arco de los dientes, para que la boca estuviera llena de dientes en la sonrisa amplia como ocurre con la actriz Julia Roberts.
En Estados Unidos, son partidarios de sonrisas muy amplias, llenas de dientes desde la visión frontal. En Europa, se tiende a la “naturalidad”, a que sean algo más estrechas.
En este tipo facial la musculatura es más débil, y si los dientes están montados, se alinean con relativa facilidad.
Pero si los dientes están muy amontonados, ya que la arcada dentaria es estrecha y no caben, a veces hay que extraer algún diente. La ventaja de esta musculatura débil es que se cierran fácilmente los huecos de las extracciones y se alinean bastante rápido los dientes.
Si los dientes están amontonados y no extraemos, aunque haga falta, al alinear la dentadura los dientes anteriores se abren en abanico, no pueden morder bien. Es lo que llamamos mordida abierta anterior.
Cara mediana, “normal” o Mesofacial
Tienen una longitud de cara normal, y la musculatura no es ni muy fuerte ni muy débil, con lo que ni interfiere ni favorece la alineación de los dientes.
El tipo de tratamiento y su duración dependerá de la cantidad de apiñamiento de los dientes, además de su posición en los huesos maxilares. Influye también la relación ósea entre el maxilar superior y la mandíbula.
Cara corta y cuadrada o Braquifacial
Estos pacientes tienen la musculatura muy fuerte, lo que hace más difícil mover los dientes.
Toda dentadura está en una posición inicial determinada, en todo tipo de caras, porque el equilibrio neuromuscular les ha llevado a esa posición. Por supuesto, también influye el tamaño de los dientes y de los huesos maxilares, y la relación entre el maxilar superior y la mandíbula.
Si queremos cambiar de posición los dientes, habrá que luchar contra los músculos que los han llevado a esa posición.
Con musculatura fuerte, es más difícil el tratamiento y, sobre todo, que éste se mantenga en el tiempo.
En estos casos de cara corta y musculatura fuerte, se tiende a no extraer dientes, ya que los huecos que dejan tardan en cerrarse. Tiene la ventaja que los dientes siempre están en oclusión, es decir, contactando los de arriba con los de abajo. No hay riesgo de mordida abierta.
Análisis Lateral o del Perfil
- El perfil es recto cuando una línea recta une la punta de la nariz, el borde anterior de los labios, y el borde anterior del mentón.
- Si los labios están por delante de la línea que une la punta de la nariz con el mentón, es perfil convexo.
- Si los labios están por dentro de la línea, es cóncavo.
Perfil Convexo o hacia afuera
La musculatura es débil y como no aprieta a los labios estos salen hacia fuera, es decir, son labios gruesos. Los labios gruesos son más débiles y hacen menos fuerza que los finos.
Este perfil, como todos, tiene un componente racial y se da sobre todo en la raza negra y algunas razas exóticas. Ahora está de moda y forma parte de los cánones de belleza imperantes. Muchas de las modelos y actrices más guapas (Irina Shayk, Penélope Cruz, Angelina Jolie) tienen ese perfil de forma natural. Otras lo adquieren con relleno de labios.
El criterio estético es importante en los casos límite de dientes amontonados, en los que para que entren todos los dientes en la boca, dudamos en extraer algún diente o no.
Cuando los dientes están apiñados, al alinearlos se adelantan y se inclinan hacia adelante. Hay veces que no caben en el hueso porque las raíces se saldrían y hay que extraer seguro algún diente, lo más frecuente un premolar de cada lado, arriba, abajo o en las dos arcadas. Así quedarán bien en su sitio.
Hoy en día tenemos tendencia a no extraer los dientes, ya que los dientes adelantados aumentan el soporte labial y hacen que las pacientes adultas tengan menos arrugas verticales en el labio superior.
En los años 50 ,60 y 70, se extraía más, ya que estaban de moda los perfiles cóncavos, hacia dentro, típico de la raza blanca, sobre todo anglosajona. Quedaba bien en adolescentes, pero esas mujeres al hacerse adultas, tenían más arrugas llamadas “código de barras”.
En los varones, este criterio de soporte labial no se considera tan importante estéticamente ya que, por el tipo de piel, que es más gruesa, no tienen tantas arrugas a ese nivel.
Perfil Cóncavo o hacia adentro
Los labios y la boca están por detrás de la línea que une la punta de la nariz con el mentón.
Tiene musculatura potente y labios finos, más típico de la raza blanca. Debido a esta fuerza muscular, cuando los dientes están amontonados y queremos alinearlos, se tiende a no extraer, para que no se hunda la boca hacia atrás.
Pero no conviene adelantarlos demasiado, ya que entonces tras el tratamiento es difícil mantener los dientes en esa posición debido a que los músculos empujan para atrás. Habría que llevar retenedores (transparentes removibles o fijos detrás de la lengua) toda la vida.
A veces, el perfil cóncavo no es problema de la boca, sino que la nariz y el mentón sobresalen más de lo normal. Esto, lo vemos en el estudio cefalométrico que hacemos con las radiografías craneales. Si es muy acentuado, se podría pensar en operar la nariz y el mentón para tener un buen perfil. Esta intervención es la que hicieron a la reina Leticia, al poco tiempo de casarse.
Perfil recto
Es el que actualmente se considera el ideal estético para mujeres de raza blanca. Los labios rozan la línea que une la punta de la nariz con el mentón.
De todas formas, siempre será importante el estado inicial de los huesos y los dientes. Sobre eso, el profesional decidirá según su experiencia y criterio estético, teniendo en cuenta en lo posible, la opinión del paciente.
Hemos hablado, sobre todo, de estética en mujeres, aunque la de los hombres es similar, pero con alguna variación. Por ejemplo, no importa tanto como en mujeres dejar el perfil algo hundido ya que el código de barras se nota menos, y además se puede compensar con el bigote.
En ciertos casos, como la Clase III mandibular en la que la mandíbula está más prominente o saliente que el maxilar superior, en las mujeres se tiende a tratarla y corregirla con ortodoncia e incluso cirugía ósea; en cambio, en un hombre a veces, si no es exagerada la mandíbula grande, se trata solo con ortodoncia ya que, aunque al final quede la mandíbula algo saliente, se puede considerar que da imagen de fortaleza o virilidad.
El estudio ortodóncico es primordial para obtener un buen resultado.