La periimplantitis es la infección alrededor del implante. Afecta a encía y hueso. Es una pérdida progresiva de hueso, que en alguna ocasión podría llevar a la pérdida del implante.
Hoy en día se considera que un implante ha fracasado cuando se ha perdido una altura de hueso de más de la mitad de la longitud del implante, es decir, cuando más de la mitad del implante ha dejado de estar rodeado de hueso.
La decisión de poner o no un nuevo implante depende de la edad del paciente, de si realmente queda hueso suficiente para un implante más corto, de si hay dolor o no, etc.
En nuestra clínica dental en Donostia somos especialistas en Implantes Dentales, una solución que puede durar hasta decenas de años.
Factores de los que depende la cantidad de pérdida ósea
Se perderá más o menos hueso dependiendo de la técnica de la cirugía del implante, de las características de salud y hábitos del paciente, de las características del hueso, del implante y de la prótesis que se ponga sobre el implante.
1. La Cirugía
Localización del implante
El pronóstico es diferente según la zona de la boca en la que se encuentre el implante. Si en esa zona la encía es fina y móvil, hay más posibilidad de periimplantitis.
Protocolo de fresado
Para poner un implante, hay que fresar el hueso, con una fresa o taladro. Hay que evitar que se caliente porque entonces no se osteointegra, no se une al hueso. Por lo tanto, hay que irrigar, o fresar con sumo cuidado.
El implante debe quedar fijo, sin moverse. Es la estabilidad primaria necesaria para que el hueso se una al implante. Pero no debe quedar enroscado a mucha presión, ya que eso impide la irrigación sanguínea y dificulta que se forme hueso unido al implante.
Tipo de hueso
La técnica quirúrgica depende de la densidad y anatomía del hueso en el que se pone el implante.
Al contrario de lo que pueda parecer, hay más problemas de pérdida de hueso cuando éste es muy duro o cortical (hueso tipo I) que cuando el hueso es muy poco denso o esponjoso (hueso tipo IV).
En el lecho óseo en el que ponemos el implante puede haber hueso de diferentes densidades. Conocer la biología gracias al escáner hace que utilicemos la técnica necesaria en cada situación.
Distancia diente-implante
Tradicionalmente se mantiene 2 mm. de distancia del implante al diente natural adyacente, para que haya hueso suficiente que se una al implante y se mantenga la integridad de la raíz del diente, sin lesionarse.
En algunos casos se puede llegar hasta 1,5 mm. de la raíz si no hay más remedio. Si es menos hueso, se puede perder, produciéndose la periimplantitis.
Distancia mínima entre implantes
Cuando se ponen dos o más implantes seguidos, 3 mm. es la anchura de hueso necesaria entre implantes, para que luego no haya pérdida de altura ósea en esa zona.
Inclinación del implante
En la parte posterior de la boca, el implante debe ir en la mitad del alvéolo. Es más complicado en la parte anterior, sobre todo en el maxilar superior, ya que el implante debe situarse y salir axial al diente, por palatino. Así se facilita el acceso al tornillo sin que afecte a la estética como lo haría si accedemos desde la cara anterior del diente.
Tras la extracción dental, en la zona de incisivos, el hueso disminuye de adelante hacia atrás, y al poner el implante axial, el ápice del implante se expone, a veces, dos o tres espiras. Para que eso no ocurra, estamos utilizando implantes más cortos, que funcionan muy bien.
Profundidad del implante
Cuando se coloca en dientes inferiores, no es tan importante, ya que la altura de la unión de diente e implante no tiene gran repercusión estética, ya que no se ve ni al hablar ni al sonreír.
En dientes del frente estético superior, hay que poner el implante 2 mm. más arriba que el límite amelo-cementario de los dientes adyacentes. Salimos de arriba, para que el tejido blando que rodea a la cabeza del implante sea grueso y así no se retraiga, ni se exponga la cabeza del implante.
Número de fases quirúrgicas
Se trata de poner el pilar de cicatrización desde el principio o no, y su repercusión en la pérdida de hueso marginal que pueda tener más adelante. Parece ser que el hacerlo en una o dos fases influye en la osteointegración, pero no en la pérdida ósea marginal.
2. El Paciente
Enfermedades y Hábitos
Diabetes. Hace que haya más infecciones y peor cicatrización.
Osteoporosis. No es una contraindicación para poner implantes, siempre que no estén tomando bifosfonatos.
Alcohol y tabaco. Tiene gran influencia negativa en la pérdida ósea y en la supervivencia de los implantes. Además, depende de la dosis.
Las Bacterias bucales
En la boca tenemos bacterias saprofitas, que están presentes tanto en la salud como en la enfermedad.
No hay bacterias que por su sola presencia produzcan periimplantitis.
Las bacterias se convierten en patógenas cuando el huésped es susceptible, es decir, padece estrés, es fumador o bebedor, tiene mala higiene o padece alguna enfermedad sistémica.
En estos pacientes susceptibles, varias de las bacterias se unen, se introducen en el epitelio alrededor del implante, y disminuye la respuesta inmune, tanto celular como el sistema del complemento.
3. El lecho del implante
Un implante tendrá mayor o menor capacidad de osteointegrarse y de mantener ese hueso en el tiempo, dependiendo de:
El tipo de hueso
Puede ser más o menos denso (tipo del I al V) y además haber varios tipos de hueso alrededor de un mismo implante. Hay que utilizar la técnica quirúrgica adecuada.
Tendrá mejor comportamiento el implante si el hueso es el nativo del sitio, que si es un injerto óseo de otra zona de la boca o de otra parte del cuerpo(hueso ilíaco o calota craneal)
El tipo de defecto
Es diferente que el hueso sea una superficie en la que se perfora y se pone el implante o un hueco en el que falta una o más paredes, que hay que rellenar con hueso propio o biomateriales.
El tipo de biomateriales de relleno
Los hay de diferentes tipos. Cada biomaterial tiene distintas propiedades y por tanto distintas indicaciones.
Cuando ponemos biomateriales de relleno, se añade algo de hueso de fresado del paciente, ya que estimula la osteogénesis.
Una proporción muy utilizada es 20% de hueso autólogo y 80% de Bio-Oss. Este último no se reabsorbe y, en cambio, el hueso autólogo sí, pero después de haber estimulado la formación de hueso de relleno.
Otras veces se utilizan hueso autólogo y Bio-Oss al 50%. Hay mayor producción de hueso. El Bio-Oss aumenta el soporte e impide la reabsorción del relleno.
Distintos biomateriales formarán distinta calidad de hueso y, por tanto, habrá diferente comportamiento respecto a la periimplantitis.
4. Las Características del implante
Al elegir un implante que perdure en el tiempo sin que haya pérdida ósea, nos debemos fijar en diferentes propiedades:
Biomimética
Se trata de aumentar la atracción de los osteocitos por la superficie del implante. Para ello la casa Astra añade flúor a la superficie y los implantes de BTI contienen hidroxiapatita. Tiene importancia para la osteointegración, es decir, durante las primeras 4 semanas.
Sellado biológico-bacteriológico
La conexión de la corona de porcelana u otros aditamentos protésicos al implante debe estar sellada. Si hay micromovimientos, se produce un microgap o ranura en el que anidan las bacterias, y comienza la pérdida ósea.
Por eso es esencial que tanto el implante como los aditamentos protésicos sean de muy buena calidad y de marca reconocida que aplique estrictos controles de calidad.
Diseño de la superficie del implante
El que el implante tenga macro o microespiras y la forma en la que está trabajada la superficie, es primordial para la osteointegración, es decir, la unión al hueso. No influye tanto en la posible pérdida ósea ulterior.
Sellado epitelial
La cabeza del implante debe estar rodeada de epitelio grueso y estable, sellando el surco periimplantario y evitando la entrada de gérmenes. Es la característica más importante del implante para evitar la periimplantitis y la pérdida ósea marginal.
Se consigue con el concepto de Switch Plataform o cambio de tamaño de plataforma, es decir, los primeros milímetros del implante tienen que ser más anchos que la plataforma de conexión a la prótesis. Así se forma un anillo epitelial grueso que sella el implante.
5. La Prótesis
La pérdida de hueso se puede dar al conectar la corona al implante. Por eso es importante poner un transepitelial de dos o más mm de altura que impida la pérdida ósea marginal. Además así, al tomar las impresiones para la elaboración de la prótesis, el epitelio periimplantario sufrirá menos, manteniendo el sellado epitelial.