Los injertos óseos previos al implante – Regeneración Ósea

Injertos oseos

Los implantes dentales juegan el papel de raíces dentales artificiales y se colocan en el hueso de la mandíbula o del maxilar superior.

Para garantizar una fijación suficiente de la prótesis, los implantes deben colocarse en un volumen óseo suficiente. Cuando el volumen óseo es demasiado escaso, puede aumentarse quirúrgicamente mediante un injerto óseo.

Diagnóstico

El volumen óseo disponible para la colocación de implantes se mide mediante técnicas de imágenes en tres dimensiones (escáner) que permiten cuantificar la altura, el grosor y la calidad del hueso disponible en la zona que vamos a poner el implante.

Estas imágenes ofrecen también la posibilidad de comprobar que no existen obstaculos para poner el implante, como restos de raíces, pequeños quistes, etc.

Técnica quirúrjica

Existen diferentes tipos de injertos óseos. Dependiendo del tipo de injerto realizado, la intervención puede llevarse a cabo en la consulta o en una clínica, con anestesia local o general.

En cualquier caso, la intervención se realiza en unas condiciones de asepsia de la zona quirúrgica muy estrictas.

Generalmente se suelen distinguir dos tipos de injertos óseos:

Los autoinjertos: el hueso se extrae de la persona que va a recibir el injerto. Normalmente, el hueso se coge de la misma mandíbula o del maxilar superior, de cerca de la zona a injertar. Para los injertos de mayor extensión, el hueso se puede extraer de la calota craneal o de la cresta de hueso íliaco.

Los injertos no autólogos: en este caso, la escasez de hueso se puede cubrir mediante distintos tipos de material de origen sintético. Dichos materiales se someten a una serie de procesos que garantizan una muy elevada seguridad de utilización.

Técnicas de Regeneración o Aumento Óseo

  • Técnica de Khoury
  • Técnica de Urban
  • Split de Cresta Alveolar

Técnica de Khoury

Es una técnica de regeneración ósea 3D creado por el Dr. Khoury de la Universidad de Münster, para los casos en los que queramos aumentar en altura y anchura el hueso de la parte posterior de la mandíbula para poner varios implantes.

Se extrae al paciente una lámina cuadrada de hueso, del ángulo mandibular en su parte externa. Dicha lámina que es de varios mm., se divide sagitalmente en dos, con lo que tenemos dos láminas óseas cuadradas. Con ellas se hace un encofrado para hueso particulado: las dos láminas se ponen atornilladas por fuera de las dos paredes óseas del alveolo en el que queremos poner los implantes, más altas que dichas paredes. Y ahí dentro, entre las láminas, pondremos material de regeneración, normalmente una mezcla de hueso autólogo obtenido por raspado óseo y biomaterial con factores de crecimiento. Tras esperar de 6 meses a 1 año, se vuelve a abrir, y se ponen los implantes. Se utiliza esta técnica si no se pueden poner implantes muy cortos.

Técnica de Urban

Esta técnica, denominada también “Técnica de la Salchicha”, creada por el húngaro Dr.Urban, se utiliza en la parte posterior de la mandíbula, cuando no hay altura suficiente de hueso para poner varios implantes.

Se trata pues de una regeneración ósea vertical.  Se abre la encía y se separa bien, de forma que quede floja para poder rodear el material que pondremos debajo y que tendrá forma de salchicha.  Se ponen los implantes, dejando dos o tres espiras expuestas. Se rodean esas espiras con hueso en polvo del propio paciente, que se obtiene rascando con un rascador curvo de la parte más posterior y lateral de la mandíbula. Se pone encima una croqueta de factores de crecimiento con biomaterial.

Por encima de ello, se pone una membrana de larga duración, fijada con chinchetas, y que hace como de tienda de campaña en la que los mástiles serían los implantes. La siguiente capa es una membrana de fibrina, sobre la que se cose la encía, que quedará distendida. Los implantes deben estar 9 meses sin carga, es decir, sin poner las coronas ni utilizar aparatos removibles para comer. Puede haber parestesia u hormigueo durante un tiempo. Es una técnica compleja y laboriosa que se intenta evitar con implantes muy cortos.

Split de cresta

Es una intervención más habitual, y se utiliza sobre todo en la mandíbula, cuando hay suficiente altura de hueso, pero la cresta ósea es muy estrecha para poner uno o más implantes.

Después de abrir la encía, se hace un corte sagital de la cresta ósea, con unas descargas mesial y distal que no sean muy largas ni profundas. Sería como abrir un poco un bollo de pan horizontal, para poner dentro uno o varios perritos calientes verticales. Entre las dos láminas entreabiertas, se van introduciendo unos expansores cada vez más anchos, que van abriendo la hendidura y en donde se pondrán los implantes.

Como relleno entre los implantes se ponen factores de crecimiento. La lámina externa que es la que se desplaza, se une a la interna que está fija mediante dos tornillos. Se rodea todo con una membrana de fibrina con partículas óseas del fresado. Es importante coser la encía sin tensión. Esperar de 6 meses a 1 año para la osteointegración de los implantes.

Evolución

Los efectos de un injerto óseo dependen de la naturaleza y extensión del injerto. Como toda intervención quirúrgica, los injertos óseos previos al implante son seguidos de un periodo de cicatrización, en el transcurso del cual puede aparecer dolor, hinchazón y, en casos muy raros, algún tipo de complicación.

Para que este periodo de cicatrización se desarrolle en las mejores condiciones, le entregaremos una receta con la medicación y la conducta a seguir.

Resumen

El volumen óseo disponible a nivel de los molares superiores o inferiores es a menudo insuficiente para poder colocar un implante dental. Los injertos óseos permiten aumentar dicho volumen.

El injerto puede realizarse en la consulta o en una clínica, con anestesia local o general.