Adornos bucales

Los adornos bucales más conocidos son los piercings, que en la zona bucal pueden ser labiales o linguales. También se utilizan imitaciones de brillantes, que suelen ser de cristal, para ponerlos sobre los dientes.

Piercings bucales

Llevan años de moda sobre todo entre los jóvenes, aunque en realidad ha sido una novedad solo para los occidentales, es decir, europeos y americanos. En diferentes culturas del mundo, es y son habituales los piercings, y para ellos son signo de belleza y distinción.

piercing labial

En nuestro país el único piercing tradicional ha sido el de los lóbulos de las orejas, que se han hecho de siempre a las niñas al nacer para que luego puedan llevar pendientes.

En Europa, al igual que los tatuajes, los piercings en diferentes partes del cuerpo los han utilizado algunos marinos y gente de vida intensa, a veces, al margen de la ley. Esto los ha hecho muy atractivos para mostrar rebeldía e insumisión.

Particularidades de los Piercings Bucales

A diferencia de los piercings para los pendientes en las orejas, que dan muy pocos problemas, los piercings bucales, tras perforar tejido muscular y epitelial, desembocan en la boca, la cual es una cavidad séptica llena de gérmenes, y en la que hay mucho movimiento.

Puede haber infección y diferentes traumatismos debido a que el metal del piercing golpea los dientes y las encias durante la masticación y la fonación.

La perforación del labio o la lengua para poner el piercing, hay que hacerla con cuidado y en condiciones de asepsia, tomando medidas de desinfección habituales en toda pequeña cirugía: usar material estéril, anestesia, guantes y mascarilla.

En algunos casos en los que hay un ambiente bacteriano adverso, por gingivitis, tabaquismo intenso, o higiene deficiente, habría que tomar antibióticos durante y después de la intervención.

Hay que tener en cuenta que tanto la lengua como el labio, están muy irrigados y hay una importante tendencia al sangrado.

 Incidentes durante la intervención

  • Podría sangrar bastante, aunque normalmente se controla bien. Es importante que el paciente no tenga problemas de coagulación, ni que esté tomando medicación anticoagulante ni antiagregantes plaquetarios como la aspirina.
  • Es importante que el paciente no se mueva mucho ya que se puede tragar el piercing. Es muy improbable que ocurra, pero si solamente se lo traga, no es tanto problema porque saldrá por el otro extremo del tubo digestivo. Si es largo y puntiagudo como algunos piercings linguales, podría clavarse en el tubo digestivo y producir infección. Habrá que vigilar la evolución hasta que lo expulse.

En cambio, si lo aspira, se queda en los bronquios, dificultando la respiración. Habría que ir al hospital, para para que extrajeran el piercing por broncoscopia.

Incidentes tras la intervención

  • Puede infectarse la zona, debido a las bacterias presentes en la boca, o si el piercing no estaba estéril. Se produce hinchazón y dolor de la lengua o los labios. Hay molestias y dificultad al hablar y a la masticación y deglución.

Entonces habría que tomar antibióticos y antiinflamatorios.

Como prevención de la infección conviene enjuagarse la boca con un colutorio de clorhexidina al 0’12% antes, durante, y después de la intervención. Hay que utilizar dicho enjuague después de cada comida, tres veces al día, durante una semana.

  • Puede haber intolerancia o rechazo al material del piercing. Suele ser por alergia al metal, sobre todo níquel, como ocurre con los pendientes, en los que hay bastantes personas que solo pueden utilizar pendientes de oro o plata, nada de bisutería.

Complicaciones a medio-largo plazo

  • Puede producirse una cicatrización fibrosa alrededor del piercing. La lengua o el labio están engrosados alrededor, formando una cicatriz blanqueicina. A veces el piercing aparece hundido en el tejido engrosado y apenas se ve.
  • Debido al constante movimiento, se pueden producir traumatismos tanto en los dientes como en la encía. Ocurre sobre todo con el piercing labial. El diente en el que pegue el metal, puede desgastarse poco a poco, incluso romperse.
  • A veces la encía, al chocar constantemente el adorno con ella, se va traumatizando y va retrocediendo, por lo que la raíz del diente empieza a aparecer sin la protección de la encía. Se ve la raíz y, por tanto, un diente más largo que los demás y poco estético. Con el tiempo, si no se cepilla lo suficiente o se fuma en exceso, se pierde encía y hueso, y se podría perder un diente, sobre todo si es un incisivo inferior, que son relativamente débiles. Afortunadamente, ocurre muy pocas veces ya que la mayoría de los que llevan el piercing lo saben y tienen buena higiene buco-dental.

El piercing es una opción estética que tiene su belleza y de la cual hay que ocuparse para que además sea saludable.

Brillantes dentales

Son piezas de bisutería, que pueden ser transparentes como los brillantes o del color de diferentes piedras preciosas. En teoría se podría poner un brillante o piedra preciosa de verdad, pero es un gran riesgo económico si se despega y se pierde o se traga.

Técnica

Se pegan al diente de la misma manera y con los mismos productos que los brackets de ortodoncia. De hecho, se fabrican con una parte plana como la que tienen los braquets, para que se pegue a la superficie del esmalte del diente.

brillante dental

Normalmente se ponen en los incisivos o caninos superiores, ya que son los que más se ven al sonreír, y donde más van a lucir. Además, al tener esos dientes una superficie bastante plana, se adhieren mejor que en la superficie curvada de otros dientes.

Tras poner una gota de ácido ortofosfórico en el esmalte durante 1 minuto, se aclara con abundante agua y se seca. Se pone el adhesivo líquido de los empastes en el diente y en la joya, y se polimeriza con luz ultravioleta. Luego, se quitan los restos de adhesivo con una fresa de pulir de goma.

Nunca se incrusta el brillante en el diente. Para eso habría que agujerear el esmalte e introducir en brillante en el hueco. No tiene sentido, ya que es agredir el diente sin necesidad, y además se puede formar placa dentaria en la cavidad y quizás una carie.

En el pasado, algún artista se incrustó un brillante, pero en una corona o funda de porcelana que sustituía a otra que ya tenía de antes en ese diente.

Hay que trabajar con las habituales normas de higiene de la clínica dental ya que es un tratamiento más.

Resultado

La duración depende de la técnica, de la calidad de la superficie del adorno y de los cuidados que se tengan con los alimentos y la masticación. Hay que intentar no comer chicles ni alimentos pegajosos con ese diente. Para morder algo muy duro, cuanto más alto esté colocado el brillante, mejor. Así resistirá más tiempo.

La acidez de la saliva también influye en el resultado. Normalmente, si se tiene un poco de cuidado, duran más de un año.

A veces, en adultos sensibles, el brillante puede hacer llaga en el labio o la mejilla. Si ocurre más de una vez, habría que quitarlo y poner otro en un lugar diferente de la boca.

Si el “brillante “desaparece del diente y pensamos que lo hemos tragado, no pasa nada. Saldrá con el resto de los alimentos.

Tanto si se cae solo, como si lo quitamos, hay que eliminar los restos del adhesivo pegado al diente, ya que, si lo dejamos, se oscurece y aparece una mancha que afea el diente, e incluso con el tiempo podría salir una pequeña carie.

Los adornos bucales deben ponerse con el mismo cuidado con el que se hacen otros tratamientos odontológicos.